miércoles, 29 de febrero de 2012

El calentamiento global convierte a plantas y animales en enanos

fig. 1
fig. 2


fig. 3

fig. 4

Hace unos 55,8 millones de años la Tierra sufrió un brusco cambio climático, que es conocido en la jerga científica como “Máximo térmico del Paleoceno-Eoceno” (por los períodos geológicos en que se produjo). Duró aproximadamente 20.000 años. Durante ese lapso de tiempo, la temperatura media terrestre aumentó en 6 grados centígrados, como consecuencia de un desbarajuste en la cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera, uno de los gases de efecto invernadero, que perturbó su ciclo biológico


Esto fue la causa de que los océanos experimentaran un calentamiento que trajo consigo un aumento significativo del nivel del mar. Aquella perturbación repentina de la circulación oceánica y atmosférica dejó constancia en el registro fósil, y ahora un grupo de paleontólogos lo ha examinado descubriendo algo inesperado.


Durante aquél período de calentamiento global, los caballos primitivos menguaron considerablemente, hasta hacerse un 30 por ciento más pequeños. A causa de ese calentamiento, Sifrhippus sandrae, el primer caballo conocido, se hizo tan pequeño como un gato y llegó a pesar menos de cuatro kilogramos (en la fig. 3 aparece una recreación del mismo, a la derecha de la imagen, frente a una caballo Morgan actual)


Los autores de la la investigación, dirigida por Ross Secord (fig. 1), de la Universidad de Nebraska, y Jonathan Bloch, de la Universidad de Florida, utilizaron mediciones de la composición geoquímica de los dientes de fósiles (fig. 2) encontrados en Wyoming, Estados Unidos, para documentar la disminución progresiva del tamaño corporal de S.sandrae , que se relaciona estrechamente con los cambios de temperatura. Con esas mediciones descubrieron que los caballos que vivieron en las primeras etapas del Máximo Térmico del Paleoceno-Eoceno eran mucho más grandes que los de las últimas


Sorprendentemente, lo mismo sucedió en algunos carnívoros. Palaeonictis wingi, una criatura similar a una hiena, evolucionó desde el tamaño de un oso al de un coyote. Después del “Máximo térmico del Paleoceno-Eoceno” la temperatura descendió y se sabe, a partir del estudio de sus dientes fósiles (fig. 4), que la especie evolucionó hasta un tamaño más grande.


Los investigadores barajan la hipótesis de que los altos niveles de dióxido de carbono pudieron haber provocado una reducción de los nutrientes de las plantas, que sería lo que afectó a los mamíferos herbívoros para que menguasen. La pega es que los consumidores de carne también encogieron. Lo cierto es que los nutrientes no pudieron haber sido el único factor.
Otros científicos han indagado asimismo en registros fósiles y sus estudios muestran que muchas especies de plantas y criaturas como arañas, escarabajos, abejas, hormigas y las cigarras se han reducido en tamaño con el tiempo por efecto del cambio climático. Este evento evolutivo se halla todavía en intensa investigación.

El impacto de un cambio climático global en el pasado podría ayudar a los científicos que, por su parte, se dedican a investigar qué tipo de consecuencias biológicas puede tener el calentamiento global actual.

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