lunes, 12 de septiembre de 2011

Una estrella fantasma

El Hubble, el fantástico telecopio que orbita alrededor de la Tierra desde 1990, ha captado la imagen de una espectacular «pompa» espacial en la Gran Nube de Magallanes, una galaxia enana, satélite de la Via Láctea, situada a unos 160.000 años lus de nosotros. Lo que parece una gigantesca burbuja celestial es, en realidad, un cáscara de gas incandescente formado tras la explosión de una supernova hace cuatro siglos.






La delicada estructura parece flotar serenamente en las profundidades del Espacio, pero esta aparente calma esconde una gran actividad interior y un pasado repleto de violencia. La envoltura gaseosa se formó cuando la onda expansiva y el material eyectado de una supernova rasgó el medio interestelar cercano. Catalogada como SNR 0509, la burbuja es el "espíritu" de una estrella muerta, o dicho en términos mundanos, el residuo visible de una apocalíptica explosión de una estrella que saltó echa añicos. Las ondas visibles en la superficie de la burbuja pueden haber sido causadas por sutiles variaciones en la densidad del gas del ambiente interestelar o, posiblemente, son conducidas desde el interior por los fragmentos de la explosión inicial. La cubierta en forma de burbuja de gas tiene 23 años luz de diámetro y se expande a más de 18 millones de kilómetros por hora.

Los astrofísicos han concluido que la detonación de la supernova fue especialmente brillante y llena de energía, de un tipo llamada Ia. Sucede cuando una estrella enana blanca, una estrella moribunda que ha agotado su combustible nuclear, en un sistema binario roba material a su compañera, acumulando más masa de la que puede soportar, de forma que explota de “glotonería”. Las enanas blancas, junto a las enanas rojas, las estrellas más abundantes en el Universo. De hecho, se trata de una etapa de la evolución estelar por la que tiene que atravesar el 97 por ciento de las estrellas conocidas, incluido el Sol.


La supernova pudo haber sido visible para los observadores del hemisferio sur hacia el año 1600, aunque no existen registros históricos de una stellae novae (“estrella nueva”), visible a simple vista, en las cercanías de la Gran Nube de Magallanes durante esa época.

Otro fenómeno similar, no menos espectacular, fue captado por el Hubble en la estrella V838 Mon, que se encuentra a unos 20.000 años luz de la Tierra, en la constelación de Monoceros. La atmósfera de la estrella fue expulsada violentamente al Espacio. La secuencia de imágenes muestra, en realidad, el movimiento del eco luminoso del deslumbrante destello La luz del titánico fogonazo gases y polvo interestelar es reflejada sucesivamente por anillos de gases y polvo interestelar.












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