El paleontólogo inglés Howard Falcon-Lang ha descubierto un tesoro oculto de fósiles en los cajones de un viejo mueble del Instituto Geológico británico. Al parecer, algunos de fósiles llevaban desaparecidas desde hace 165 años, entre ellos se encuentran algunos recogidos por el propio Charles Darwin, el “padre” de la teoría de la evolución.
Falcon-Lang halló estos especímenes por casualidad cuando vio en uno de los gabinetes del instituto un mueble en el que ponía 'Fósiles y plantas no registradas'. En el interior del cajón había cientos de láminas de vidrio con delgados y traslúcidos fósiles de plantas en su interior, de manera que estaban ya preparados para su estudio microscópico.
De este modo, el paleontólogo se puso a estudiar las piezas y en una de las láminas había una etiqueta en una esquina en la que puede leerse 'C. Darwin'". Concretamente, la lámina guarda un trozo de madera fósil recogido por Darwin durante su viaje del Beagle en 1834. Durante esta expedición científica, de cinco años alrededor del mundo, el célebre naturalista inglés comenzó a desarrollar su teoría de la evolución., según la cual todas las especies de seres vivos han evolucionado con el tiempo a partir de un antepasado común mediante un proceso denominado selección natural
En el transcurso de su visita al archipiélago de Chiloé, en el sur de Chile, Darwin encontró muchos fragmentos de lignito negro, sílice, pirita y madera, a menudo integrados. Del mismo modo, estas muestras se encontraban 'perdidas' porque el amigo y valedor de Darwin, el botánico y explorador inglés Joseph Hooker, encargado de enviar las muestras a Inglaterra, no las numeró y fueron olvidados en los archivos. Después la colección se trasladó varias veces y poco a poco quedó en el olvido.
Fotos: British Geological Survey
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