miércoles, 23 de marzo de 2011

LAS SIETE MARAVILLAS DE LA ANTIGÜEDAD

Las Siete Magníficas (picar en las fotos
para ampliarlas)

La Gran Pirámide de Keops


El Coloso de Rodas


El Mausoleo de Halicarnaso



El Templo de Artemisa


Los Jardines Colgantes de Babilonia


El Faro de Alejandría



La estatua de Zeus









Mucho antes de que Roma fuera el centro del mundo, otras civilizaciones mucho más antiguas crearon monumentos asombrosos. Algunos se incluyeron en una lista que ha llegado hasta nosotros: las 7 Maravillas de la Antigüedad.

La Gran Pirámide Guiza, la más antigua y la única que aún perdura de aquellos prodigios arquitectónicos.

La estatua de oro y marfil de Zeus en Olimpia, una de las mayores esculturas interiores que jamás se haya hecho.¿Por qué se ha dicho que allí los dioses caminaban entre los mortales?

Los legendarios Jardines Colgantes de Babilonia, fantasía espectacular en medio del desierto, construidos para agradar a una Reina triste. Pero ¿existieron de verdad?

El Templo de Artemisa en Éfeso, erigido donde cayó un meteorito y lugar de un enigmático culto de fertilidad, donde mujeres guerreros veneraban a los dioses entre orgía de sexo y sacrificios humanos.

El Mausoleo de Halicarnaso, una de las tumbas más bellas de todos los tiempos, engalanada por los mejores escultores griegos de la época y construida en conmemoración de un amor extraño y prohibido.

Nunca se ha descubierto vestigio alguno del Coloso, símbolo de la riqueza de los antiguos habitantes de la isla de Rodas, en corazón de las antiguas rutas marítimas del Mediterráneo oriental.

El revolucionario Faro, la gigantesca torre que se alzaba delante de la ciudad que Alejandro Magno fundó en la costa de Egipto, con su luz resplandeciendo a través del mar, que podía confundirse fácilmente con una estrella o un planeta situado en la parte baja del cielo. Pero el Faro no se mencionaba en las primeras listas conocidas de las Siete Maravillas. En las listas helenísticas, el lugar del Faro estaba habitualmente ocupado por las elevadas Murallas de Babilonia. Fue en el siglo VI cuando el Faro fue incluido en esa afortunada categoría de maravilla.

¿Por qué se erigieron precisamente estos monumentos entre todos los demás para aparecer en la lista que los inmortalizó? Y ¿por qué se eligieron siete? ¿Qué clase de magia se oculta tras este número?

En respuesta a las obras más impresionantes de la Naturaleza, los constructores de la antigüedad quisieron dejar su impronta en el paisaje de la Historia. Su inventiva impulsó a muchos a enfrentarse a la propia Naturaleza, a rivalizar con los prodigios naturales del mundo. Grandes templos marcaban lugares sagrados. Tumbas imponentes se convirtieron en desesperados intentos por alcanzar la inmortalidad. Enormes construcciones pretendían dominar la Naturaleza, e incluso someterla. Fueron el producto de poderosas civilizaciones que surgieron y cayeron, dejando tan solo unos fragmentos de sus creaciones.

El mundo antiguo nos ha legado una lista concreta de siete lugares que se han colocado por encima de los demás. Tras su redacción, la lista se denominó “de las 7 maravillas del mundo”. Se trata en esencia de

Un registro griego, pues las 7 maravillas formaban parte del mundo greco-asiático del Mediterráneo oriental. Cinco las siete maravillas son griegas. Las construyeron arquitectos y artistas griegos. Dos de ellas son edificaciones mucho más antiguas, en Oriente próximo, y, obviamente, la intención de los griegos era la de establecer una especie de comparación entre sus logros más sobresalientes y los de aquellos que ocupaban las tierras que acababan de conquistar.

Tanto las razones para la elección de estos siete lugares como la identidad de quienes los erigieron sigue siendo un misterio. La lista se atribuye en parte al historiador griego Herodoto, que visitó las tierras de Egipto cuatro siglos y medio antes del nacimiento de Cristo. Herodoto, ávido de conocimientos, a menudo denominado el “padre de la Historia”, pudo haber visitado personalmente al menos una de las maravillas ya construidas en su tiempo. La más espectacular de todas, la Gran Pirámide de Keops, con más de dos mil años de antigüedad cuando la contempló asombrado por primera vez.

La idea de elaborar una lista de maravillas nació durante el siglo III a. de C. Posteriormente, un siglo más tarde, el imperio griego se expandía por los senderos de la guerra. Los ejércitos de Alejandro Magno partieron del Mediterráneo oriental, adentrándose en el norte de África, cruzando Persia y llegando hasta la India. A medida que imperios Caín ante él, Alejandro inspiró una nueva era de la construcción. Surgieron prósperas ciudades y gigantescos monumentos impulsados por su visión de un futuro valiente y victorioso en el cual Grecia denominaría el mundo.

Durante la primera parte del período helenístico, es decir, el mundo forjado por Alejandro Magno, ya existían un conjunto de monumentos que acabaron superando casi todo lo construido hasta entonces. Cuando esto sucede, sin duda existe un interés entre

las personas más doctas del mundo helenístico por empezar a elaborar una lista de monumentos singulares. Y así lo que tenemos es una compilación de listas realizadas por los geógrafos, historiadores y cronistas que dan cuenta de los rasgos físicos del mundo existente en aquél período histórico.

La primera lista completa de maravillas seguramente fue elaborada por Filo de Bizancio, un ingeniero griego que pasó mucho tiempo consultando documentos en la gran Biblioteca de Alejandría, en Egipto. Aunque Filo, en opinión de los estudiosos, poseía poca experiencia directa de los lugares, sus conocimientos técnicos contribuyeron a la elaboración de una lista notable por sus lúcidas descripciones. Cada monumento fue elegido por sus méritos singulares.

Los tres rasgos que hacen merecer a un monumento su inclusión en la lista de las Siete Maravillas son, en primer lugar, el tamaño. Todos son colosales. Lo segundo, un atributo de casi todos, es que se trata de obras muy artísticas, cuentan con multitud de esculturas o constituyen un maravilloso ejemplo de arquitectura. Y un tercer rasgo es que resultan ser grandes logros de la ingeniería.

Era una lista para los viajeros más intrépidos. Eran lugares que había que ver. Cualquiera que se propusiera recorrer el mundo conocido tenía que ir a la Gran Pirámide o a Olimpia, al igual que hoy, en gran medida, si alguien que viaja por el mundo tiene que ir a conocer alguna de la Nuevas Maravillas. Pero ¿por qué siete maravillas? ¿Por qué se eligió este número de lugares, objeto de loa y recuerdo, por encima de los demás?

En muchas culturas de la antigüedad, el número 7 se le han atribuido cualidades místicas. En la Biblia se dice que Dios creó el Universo en seis días para descansar en el séptimo. Cuando Josué puso cerco a Jericó, siete sacerdotes con siete trompetas marcharon siete veces alrededor de la ciudad durante siete días. Los textos cristianos también abrazaron el 7. Se decía que existían siete vicios y siete virtudes. Las últimas palabras de Jesucristo fueron las siete que pronunció desde la cruz. En la actualidad, nuestra semana se divide en siete días.

Existen una gran variedad de números sagrados en las civilizaciones y tradiciones más antiguas del Oriente próximo. El 3 y el 7 se consideran números puros. Son números completos. Pero una lista de 3 monumentos sería muy limitada, pues siempre se preguntaría por qué no se añadieron algunos más. En cambio, el 7 es un número perfecto desde muchos puntos de vista. Es un número completo. Como no se puede dividir por dos, los monumentos no se ordenan por importancia. Cada monumento se considerará por separado.

Las siete maravillas antiguas, cuyos nombres no son familiares desde el colegio, son portales hacia civilizaciones esplendorosas del pasado. Eran obras que hacían gala de un ingenio sorprendente, realizadas a una escala majestuosa, un desafío para el maestro constructor. El esfuerzo de su ardua elaboración fue casi sobrehumano. Aunque oscurecidas por preguntas de las cuales probablemente nunca tengamos respuesta, cada una de las maravillas antiguas se erigieron como un extraordinario monumento de la historia humana. Cada una cuenta con una historia propia y singular.


Fotos: VirtualHall/Canal Historia/Miguel Coimbra

1 comentario:

  1. Excelente información e ilustraciones nada convecionales y bellas...

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