Pocas investigaciones científicas pueden resultar tan enternecedoras y fascinantes como las que nos descubren cómo somos y cómo nos comportamos antes de nacer. En esta ocasión, investigadores de la Universidad de Padova (Italia), han observado, a través de ecografías tridimensionales en 4D (basadas en la obtención de varias imágenes en 3D por segundo, lo que hace que se pueda visualizar al bebé en volumen y en movimiento a tiempo real)) parejas de gemelos cuando todavía se encontraban en las entrañas de sus madres y han llegado a una sorprendente conclusión. Los fetos se tocan el uno al otro y se rozan en lo que parece casi una caricia, un contacto en el que ponen tanto esmero como el que emplean cuando se tocan partes sensibles de su propio cuerpo, como los ojos. Los expertos creen que esta interacción no es fruto del azar y la falta de espacio de los bebés dentro del útero materno, sino que nos encontramos ante la primera relación social antes de nacer. El estudio aparece publicado en la Public Library of Science One
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